En 2008, los estudiantes sordos escribieron al obispo local. En 2009, gracias a una investigación de la revista L'Espresso de Milán, se destapó y 15 ex-alumnos dieron otro paso: escribir declaraciones juradas que describían la sodomización, la masturbación forzada y otras formas de abuso.
Instituto Antonio Provolo pers Sordomuti (Verona).
67 antiguos alumnos.
Unos 30 años (entre los años cincuenta y ochenta).
29 sacerdotes. Entre ellos, Nicola Corradi, quien más tarde fue trasladado a Argentina y continuó con los abusos.
Pocas de las víctimas sordas han mantenido relaciones. Uno de sus compañeros se había suicidado.
Los exalumnos no han ido a la policía porque el plazo de prescripción de 10 años ha expirado. Han pedido a los sacerdotes en cuestión que renuncien a la prescripción para que se pueda abrir un caso, pero hasta la fecha ninguno de ellos lo ha hecho.
En 2017, el obispo de Verona, Guiseppe Zenti, se desvinculó de sus responsabilidades, afirmando que la curia no tenía autoridad sobre el Instituto Provolo porque está dirigido por una congregación "autónoma".
En 2014 uno de los miembros de la Asociación de Sordos Antonio Provolo de Verona, Giuseppe Consiglio, organizó un encuentro personal con el Papa Francisco y le entregó una carta con la lista de los acusados.