Primero, la monja Kumiko Kosaka golpeaba a los menores para probarlos. Los que se resistían, se salvaban. Los que eran sumisos terminaban siendo abusados (Sergio Salinas)

Las noches durante los días de semana eran terribles. Había violaciones y abusos. Es un tema terrible, no tengo palabras para describirlo (Daniel Sgardelis)

Jamás supimos quién era el padre del nene. Mi sobrina quedó embarazada cuando iba al Próvolo (Estela, tía de una víctima sorda)

No podías salir. Era como una prisión. Me sentí muy confundido. Aquí estaba el Padre Murphy tocándome (Steven Geier)

Quería suicidarme, pero tenía que seguir viviendo con eso, todos los años (mujer sorda anónima de 27 años)

Tenía 11 años. Me sodomizó y me obligó a otros juegos sexuales. Fue una experiencia terrible que me causó serios problemas psicológicos cuando era adulto (Bruno)

Gritaba por las noches, pero todo el mundo estaba sordo, así que nadie podía oírme (Paul Keating)

La lista de consecuencias es larga, desde la ansiedad, la vergüenza y la depresión, hasta el abuso de drogas y la dificultad para ganarse la vida y/o tener relaciones sexuales (Montreal Gazzette)

Dijo que fue violado cientos de veces por un sacerdote que era "rudo" pero cuidadoso de no poner la sangre de Consiglio (la víctima sorda) en su sotana. Consiglio intentó saltar por la ventana de una escuela cuando tenía 12 años, pero fue detenido por una monja. Fue tratado con antipsicóticos (Washington Post)